La innovación cumple un rol estratégico para enfrentar los desafíos e imprevistos de la agricultura moderna. Entre las herramientas de vanguardia destinadas a optimizar el rendimiento del maíz encontramos la tecnología VTPRO4, que ha surgido como una solución para mejorar tanto la eficiencia como la protección del cultivo.

Para muchos agricultores, imaginar un salto en productividad puede parecer complicado debido a los crecientes desafíos que enfrentan durante la campaña de maíz. Plagas, enfermedades, condiciones climáticas adversas y la necesidad de gestionar malezas son algunos de los factores que influyen en el rendimiento del cultivo. Sin embargo, la tecnología VTPRO4 fue diseñada específicamente para ayudar a superar estos obstáculos, ofreciendo a los productores la posibilidad de obtener mejores resultados y aumentar el rendimiento en sus campos.

La innovadora biotecnología mejora las perspectivas de producción al incorporar características agronómicas clave, como la resistencia al ataque de insectos y la tolerancia a herbicidas, factores determinantes para optimizar la eficiencia del maíz. En un entorno agrícola en constante evolución, donde la tecnificación y la demanda de productos altamente eficaces y rentables son cada vez mayores, soluciones como la tecnología VTPRO4 abren nuevas fronteras para los agricultores paraguayos, permitiéndoles maximizar el potencial en cada hectárea.

La innovación como núcleo del desarrollo agrícola

VTPRO4 representa un concepto integral que fusiona la mejor genética con las soluciones más avanzadas de protección de cultivo y tratamiento de semillas, orientadas a elevar la performance del maíz en la cosecha. Esta poderosa herramienta posee nuevos mecanismos de acción y proteínas que fortalecen la planta en las etapas críticas del ciclo productivo, proporcionando una protección completa desde la raíz hasta la parte aérea del cultivo.

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VTPRO4 ¿cómo beneficia al productor?

1. Protección efectiva contra plagas

Una de las ventajas destacadas de VTPRO4 es su capacidad para ofrecer un control superior frente a las principales plagas de lepidópteros, convirtiéndose en la solución ideal para el manejo del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), oruga de la espiga (Helicoverpa zea) y barrenador del tallo (Diatraea saccharalis). Gracias a la presencia de proteínas específicas, que actúan como barreras naturales, la planta está protegida desde sus primeras etapas de desarrollo, optimizando el uso de defensivos agrícolas y fomentando la sustentabilidad.

2. Mayor tolerancia a herbicidas

Las malezas constituyen otra amenaza latente para el maíz, ya que compiten por agua, nutrientes y luz solar. Afortunadamente, los agricultores cuentan con la biotecnología VTPRO4 que proporciona mayor tolerancia al herbicida glifosato, facilitando el manejo de plantas invasoras sin afectar el crecimiento del maíz. Esta característica no solo simplifica las labores en el campo, sino también impulsa la productividad mediante el control efectivo de la competencia vegetal y el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles.

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¿Sabías qué?

Las buenas prácticas agronómicas, como el refugio, el monitoreo constante de plagas y el tratamiento de semillas, son fundamentales para preservar y prolongar la vida útil de cualquier tecnología. Estas estrategias siguen siendo pilares importantes de las soluciones que Agrofértil ofrece al mercado

Cabe mencionar que, dentro del portafolio Agroeste, los productores encontrarán híbridos que integran la biotecnología VTPRO4.

3. Mejora en la calidad del grano

Los beneficios no se limitan únicamente al aumento en el rendimiento del maíz. Los agricultores también notarán una mejora significativa en la calidad de los granos producidos. Al reducir el impacto de plagas y enfermedades, se obtienen granos con características superiores, como un mayor contenido de proteínas y mejor textura. Esto hace que el maíz sea más atractivo para el mercado y abre la puerta a precios más competitivos.

4. Estabilidad en la producción

La tecnología VTPRO4 brinda una seguridad adicional al establecer un stand de plantas más resiliente frente a amenazas ambientales y biológicas. Una producción estable a lo largo de varias zafras contribuye a mitigar el riesgo financiero para los agricultores.

La inversión en híbridos con paquetes tecnológicos de este tipo garantiza alto rendimiento y mayor tranquilidad en la gestión diaria del cultivo de maíz. El éxito sostenible en la cosecha deja de ser solo un deseo, y se convierte en una realidad tangible reflejada en grandes saltos productivos e interesantes beneficios económicos.

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